DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL DERECHO A ESCUCHAR CUENTOS
1- Todas las niñas y niños, de cero a cien años, sin distinción de raza, idioma o religión, tienen derecho a escuchar los más hermosos cuentos, mitos y leyendas de la tradición oral de los pueblos. 2- Todo ser humano tiene pleno derecho a exigir que sus padres y madres les cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres sorprendidos negándose a contar un cuento, cometen grave delito de omisión cultural y se autocondenan a que sus hijos jamás les vuelvan a pedir otro cuento.
3- Quien no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste lo haga con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.
4- Todas las niñas y niños tienen derecho a escuchar cuentos sentados en las rodillas de sus abuelos. Quienes tengan vivos a sus abuelos y abuelas, podrán compartirlos con otros niños que no los tengan. Aquellos abuelos que carezcan de nietos y nietas están en libertad de acudir a escuelas y parques donde podrán contar cuantos cuentos quieran.
5- Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de las niñas y los niños todos los libros, cuentos y poesías de diferentes autores.
6- Las niñas y niños latinoamericanos tienen perfecto derecho a interesarse en los relatos indígenas y cuentos costumbristas, así como de toda aquella literatura oral creada por nuestros pueblos.
7- Toda persona tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como a modificar los ya existentes creando su propia versión. En aquellos casos de niños y adultos muy influidos por la televisión, sus padres y madres están en la obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la imaginación, de la mano de un buen libro de cuentos.
8- Las niñas y niños tienen derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de imaginativos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que sean hermosos y cautivantes.
9- Las niñas y niños siempre tienen derecho a pedir otro cuento y a pedir que les cuenten un millón de veces el mismo cuento.
10- Todas las niñas y niños del mundo tienen derecho a crecer acompañados de las aventuras de Tío Tigre y Tío Conejo, del caballo volador y de las hadas madrinas, del colorín colorado del final de los cuentos y del inmortal “había una vez”, palabra mágica que abre las puertas de la imaginación hacia los sueños más hermosos de la niñez.
CÚENTESE, ESCÚCHESE Y CÚMPLASE
Fuente: http://juguemos-a-leer.blogspot.com/2007/09/todo-nio-sin-distincin-de-raza-idioma-o.html
Yo me acojo a mi derecho de escribir comentario.
ResponderEliminarEra se una vez una maestra que vivia soñando y en el camino encontraba gente a la que iba ayudando, su autoestima levantando con esos sus sueños que iba contando, la cual una vez me hizo soñar y espero seguir soñando contigo, junto ati.
Besazos desde mi corazon
No conocía esta declaración, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPor eso ahora me declaro culpable de no haber cumplido alguno de los derechos y obligaciones que he leído.
Besos.
Cuentan en Peter Pan que el camino a Nunca Jamás se pierde cuando muere nuestra imaginación y fantasía, ciertamente los cuentos son los "actimeles" para los "Niños Perdidos"
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