En una pequeña ciudad había una sola tienda que vendía arboles de Navidad. Allí se podían encontrar arboles de todos los tamaños, formas y colores.
El dueño de la tienda había organizado un concurso para premiar al arbolito más bonito y mejor decorado del año y lo mejor de todo, es que sería el mismo San Nicolás quien iba a entregar el premio, el día de Navidad.
Todos los niños de la ciudad querían ser premiados por Santa y acudieron a la tienda a comprar su arbolito para decorarlo y poder concursar.
Los arbolitos se emocionaban mucho al ver a los niños y decididos a ser el elegido, les gritaban:¡A mí... a mí... mírame a mí ¡
Cada vez que entraba un niño a la tienda era igual, los arbolitos comenzaban a esforzarse por llamar la atención y lograr ser escogidos.
¡A mí que soy grande!... ¡no, no a mí que soy gordito!... o ¡a mí que soy de chocolate!... o ¡a mí que puedo hablar!. Se oía en toda la tienda.
Pasando los días, la tienda se fue quedando sin arbolitos y sólo se escuchaba la voz de un arbolito que decía:
A mí, a mí... que soy el más chiquito.
A la tienda llegó, casi en vísperas de Navidad, una pareja muy elegante que quería comprar un arbolito.
¿Cómo siendo tan pequeño, podré lucir ante tanta belleza y majestuosidad?.
Una vez que la pareja entra a la casa, comenzaron a llamar a la hija:
¡Regina!... ven... ¡hija!... te tenemos una sorpresa.
El arbolito escuchó unas rápidas pisadas provenientes del piso de arriba. Su corazoncito empezó a latir con fuerza. Estaba dichoso de poder hacer feliz a una linda niñita.
Al bajar la niña, el pequeño arbolito, se impresionó de la reacción de esta.
¡Esto es mi arbolito!... Yo quería un árbol grande, frondoso, enorme hasta el cielo para decorarlo con miles de luces y esferas. ¿Cómo voy a ganar el concurso con este arbolito enano? Dijo la niña rompiendo en llanto.
Regina, era el único arbolito que quedaba en la tienda. Explicó su padre.
¡No lo quiero!...es horrendo... ¡no lo quiero! Gritaba furiosa la niña.
Los padres, desilusionados, tomaron al pequeño arbolito y lo llevaron de regreso a la tienda.
El arbolito estaba triste porque la niña no lo había querido pero tenía la esperanza de que alguien vendría por él y podrían decorarlo a tiempo para la Navidad.
Unas horas más tarde, se escuchó que abrían la puerta de la tienda.
¡A mí... a mí... que soy el más chiquito. Gritaba el arbolito lleno de felicidad.
Era una pareja robusta, de grandes cachetes colorados y manos enormes.
El señor de la tienda les informó que el único árbol que le quedaba era aquel pequeñito de la ventana.
La pareja tomó al arbolito y sin darle importancia a lo del tamaño, se marcho con este.
Llegando a la casa, el arbolito vio como salían a su encuentro dos niños gordos que gritaban:
¿Lo encontraste papi?... ¿Es cómo te lo pedimos mami?
Al bajar los padres del coche, los niños se le fueron encima al pequeño arbolito.
¿Y que pasó despues? ....Todos los niños de la ciudad querían ser premiados por Santa y acudieron a la tienda a comprar su arbolito para decorarlo y poder concursar.
Los arbolitos se emocionaban mucho al ver a los niños y decididos a ser el elegido, les gritaban:¡A mí... a mí... mírame a mí ¡
Cada vez que entraba un niño a la tienda era igual, los arbolitos comenzaban a esforzarse por llamar la atención y lograr ser escogidos.
¡A mí que soy grande!... ¡no, no a mí que soy gordito!... o ¡a mí que soy de chocolate!... o ¡a mí que puedo hablar!. Se oía en toda la tienda.
Pasando los días, la tienda se fue quedando sin arbolitos y sólo se escuchaba la voz de un arbolito que decía:
A mí, a mí... que soy el más chiquito.
A la tienda llegó, casi en vísperas de Navidad, una pareja muy elegante que quería comprar un arbolito.
El dueño de la tienda les informó que el único árbol que le quedaba era uno muy pequeñito.
Sin importarles el tamaño, la pareja decidió llevárselo. El arbolito pequeño se alegró mucho, pues al fin, alguien lo iba a poder decorar para Navidad y podría participar en el concurso.
Al llegar a la casa grande, donde vivía la pareja, el arbolito se sorprendió:¿Cómo siendo tan pequeño, podré lucir ante tanta belleza y majestuosidad?.
Una vez que la pareja entra a la casa, comenzaron a llamar a la hija:
¡Regina!... ven... ¡hija!... te tenemos una sorpresa.
El arbolito escuchó unas rápidas pisadas provenientes del piso de arriba. Su corazoncito empezó a latir con fuerza. Estaba dichoso de poder hacer feliz a una linda niñita.
Al bajar la niña, el pequeño arbolito, se impresionó de la reacción de esta.
¡Esto es mi arbolito!... Yo quería un árbol grande, frondoso, enorme hasta el cielo para decorarlo con miles de luces y esferas. ¿Cómo voy a ganar el concurso con este arbolito enano? Dijo la niña rompiendo en llanto.
Regina, era el único arbolito que quedaba en la tienda. Explicó su padre.
¡No lo quiero!...es horrendo... ¡no lo quiero! Gritaba furiosa la niña.
Los padres, desilusionados, tomaron al pequeño arbolito y lo llevaron de regreso a la tienda.
El arbolito estaba triste porque la niña no lo había querido pero tenía la esperanza de que alguien vendría por él y podrían decorarlo a tiempo para la Navidad.
Unas horas más tarde, se escuchó que abrían la puerta de la tienda.
¡A mí... a mí... que soy el más chiquito. Gritaba el arbolito lleno de felicidad.
Era una pareja robusta, de grandes cachetes colorados y manos enormes.
El señor de la tienda les informó que el único árbol que le quedaba era aquel pequeñito de la ventana.
La pareja tomó al arbolito y sin darle importancia a lo del tamaño, se marcho con este.
Llegando a la casa, el arbolito vio como salían a su encuentro dos niños gordos que gritaban:
¿Lo encontraste papi?... ¿Es cómo te lo pedimos mami?
Al bajar los padres del coche, los niños se le fueron encima al pequeño arbolito.
A ti lector, que contarás este cuento a tus pequeños, ¿le pones un final?
Fuente: http://www.cunavidad.com/
Los niños muy felices ayudaron a sus padres a entrar el arbolito en casa. Entre todos lo decoraron, le pusieron bolitas de colores, bastoncitos de caramelo, espumillón y muchos más adornos, quedó precioso. El pequeño arbolito se puso muy contento al sentirse tan querido aunque no fuese un gran árbol.
ResponderEliminarLos niños también fueron muy felices porque sus padres trajeron a casa el árbol que ellos habían pedido.
Christian, Alexandra y Begoña.
Besos.
Precioso final. Gracias chicos.
ResponderEliminarLos niños al ver el tamaño del árbol no cabían en sí de felicidad, ya que su padre les había hecho una pequeña cabaña y este tenía el tamaño perfecto.
ResponderEliminarSu padre les ayudo a meter el árbol en la cabaña y estos se dedicaron a decorarlo con campanas de corcho pintadas y encima recortes de cervilleras pegados a la campana.
Le pusieron unas luces intermitentes que ponían FELIZ NAVIDAD y PROSPERO AÑO NUEVO.
La decoración del árbol es la perfecta ya que esta hecha con la máxima ilusión. Besos.
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
CRECIENDO JUNTOS
DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES DE NAVIDAD 2009 ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE CREPUSCULO.
José
ramón...
"Brillante", es la expresión que uso con mis chicos cuando hacen trabajos hechos con esmero y empeño. A ti, José Ramón, te lo digo hoy: tu post es de lo más BRILLANTE: Muchas gracias. Quiero que sepas que yo tb sigo tu blog. Besos y te deseo una Navidad llena de momentos como los que hoy nos brindas a nosotros.GRACIAS
ResponderEliminarAl ver el árbol.... los ojos se les llenaron de felicidad.... ERA PERFECTO.... la naturaleza no se equivoca jamás, ellos lo tomaron con amor y lo entraron en su casa, lo decoraron con esferas, luces y adornos navideños, nunca un árbol lució más radiante!. sus padres agradecieron al árbol el momento de unión familiar que gracias a él habían vivido. Eso es la navidad!!! explicó el padre a sus hijos, cuando llegó el momento esperado por todo el pueblo.... el árbol ganador fue ÉL!. La familia estaba FELIZ!!! ... por otra parte la niña que no lo quiso se arrepintió tanto de no valorarlo, ya que Santa explicó la razón del premio, así como en el mundo existimos personas de tantas razas todos por más pequeños o grandes, gordos o flacos, morenos o blancos, Sin importar TODOS somos VALIOSOS, está en cada uno de nosotros encontrar nuestras virtudes y engrandecerlas con la familia.
ResponderEliminarFelices Fiestas!!
los niños al ver el arbol no les importo el tamaño ellos querian su arbol de navidad adornarlo con mucho amor y en familia que para ellos era lo mas importantes y no los defectos que podria tener ese arbol pusieron sus adornos hechos por ellos mismos al terminar se sentaron frente a el y juntos pidieron un deseo aquel arbol que con papel y bolitas de carton habian hecho con mucho entusiasmo pidieron estar muchas navidades juntos era todo lo que deseaban.
ResponderEliminary con gran alegria, de prisa papá ya es tiempo de decorar, que lindo arbol? siempre piensas en nuestra comodidad, es perfecto; y con sus cortos brazos y delicadas manos decoraron con escarcha de amor, luces de iluciones, esferas de esperanza,trompetas que anunciaban la llegagada de la navidad y una linda estrella que con su luz radiante envolvia la calida familia; entonces el arbol pequeño comenzo a crecer cada vez que con amor lo veian, creció tan garnde que nadie lo podia creer, el dueño de la tienda decidio premiar a este pequeño pero a la vez tan grande arbol de navidad, los niños se alegraron mucho, pero al ver la tristeza de los demas, decidieron compartir los regalos de naviadad.
ResponderEliminara esto sus papás con gran sonrrisa comentaron;gracias señor por todas estas grandes alegrias, feeeliz navidaaad a todos.
los gorditos se le fueron encima pero como era muy chiquito pudo rodar con el impacto de ellos y la brisa lo hizo rodar y que creen al darle la luz del sol empezo a crecer y crecer desarrollandoce como el arbol mas hermoso que nunca ningun niño habian visto en el pueblo se corrio la voz y todos querian tocarlo y fotografiarce con el estos niños se sentian felices y aquella niña que lo rechazo al verlo y tocarlo le pidio un deseo quiero un arbol como tu y el arbol le contesto me tuvistes y me dijistes feo eso te hace ver que la apariencia no cuenta porque podemos cambiar lo que cuentas es el amor que des y lo que refleje tu interior. vibi. vibi24@hotmail.com
ResponderEliminarMe gusto el dibujo pero no me gusto lo de creciendo juntos el dibujo es muy feo para mí.
ResponderEliminarcualesquier arbolito por mas grande o chico que sea lo importante esta en tu corazon que sientas la navidad que gozes atu familia ya los demas
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